7. Asume riesgos

La mayor parte del tiempo tenemos que asumir riesgos con el fin de seguir adelante. Sólo ten cuidado y asegúrate de que el riesgo que asumes es un riesgo relativamente calculado.

No nos cabe duda que hacer deporte, y en ciertos casos con mas razón, crea un desequilibrio y puede llevar a cometer errores, equivocaciones y a no tomar las decisiones adecuadas. De esto se aprende sin duda, pero mucho mejor, si nos dejamos asesorar profesionales, ellos conocen los obstáculos que se nos van a presentar, las prescripciones, las indicaciones y lo adecuado en cada caso.

Estamos en una ciencia, la ciencia de la actividad física y el deporte, y como no podía ser de otra forma, esta, no deja de avanzar. Es una ciencia especial ya que es de “reciente” creación e investigación, en comparación con sus hermanas mayores, la física, química, biología… Much@s pensamos que se esta empezando con esta, y sobre todo se están haciendo cada vez las cosas mejor, por lo profesionales que formamos parte de ella.

Por todo esto debemos de rodearnos de gente que conozca, que estudie, que haya fallado y haya aprendido. En ningún caso nos debemos guiar por tradiciones, recetas o por lo que se ha leído en una web o en una revista sin ningún tipo de refrendo ni fiabilidad científica.

El riesgo esta en cambiar el habito, dejar lo que era costumbre y tomar las riendas de una nueva y mejor vida. Si queremos resultados diferentes, no debemos hacer lo que venia siendo norma hasta ahora. No existen los atajos, pero si el trabajo bien hecho, la constancia y la congruencia y cordura en los entrenamientos. El apoyo de un entrenador personal y un dietista que cuiden los detalles y lleven el timón de nuestra nueva vida, seria fundamental y no debemos dudar en reclamar sus servicios. Arriesguemos si, con supervisión y bajo profesionales formados y con suficiente experiencia como para asegurarnos una seguridad y unos resultados acorde a lo que esperamos.

Sigamos adelante, arriesgando y mejorando, asegurándonos de que nos rodeamos de lo mejor para no fallar en nuestro intento, y que este sea una realidad.