
- Escrito por: Training O2
- Deja un comentario
Cuando lo que llamamos deporte deja de serlo.
A menudo, y de forma genérica y “vulgar” nos dirigimos de forma errónea a esa actividad física que realizamos de regularmente como deporte, esta discusión daría para un articulo por si mismo, pero no es cuestión de empezar con un dilema tan existencial como ese.
A lo que muchos médicos y especialistas llaman deporte, cuando quieren decir actividad física, y cuando lo recetan como medio para el cuidado de la salud, para prevenir futuras enfermedades, lesiones, cardiopatías… o como tratamiento para las que ya tenemos muchas veces es un acierto, en tantas otras, o por no tener un control adecuado y pautado por especialistas, o por el nulo criterio del propio paciente, cruza una delgada línea que deja de convertirse en un tip positivo para la salud y revierte en esta de forma negativa.
Estamos en el siglo de la salud, y los que vivimos de ella, y de su cuidado tenemos muy claro ciertos criterios. Diferenciamos muy mucho el deporte de elite, del deporte de competición, y del deporte salud. Quizás en ocasiones se nos olvida, y ponemos un entreno a alguno de nuestros pupilos pensando mas en el rendimiento y resultado que no en su futuro y el la durabilidad de la actividad física a lo largo del tiempo.
Con esto a donde queremos ir a parar… la línea que separa al deportista de elite, del deportista amateur y por ultimo del que realiza actividad física de forma regular muchas veces es tan delgada y esta tan difuminada que nos lleva a errores a todos, desde el propio deportista, profesionales de la actividad física, entrenadores, marcas deportivas, organizadores de pruebas… Estamos creando a menudo FRIKIS del deporte que en la mayoría de los casos se lesionan mas y tienen mas problemas que estando en casa sentados en su sofá.
Tendrán unos corazones de hierro, ya que en la actualidad raro es el que no tiene un conocido que no corre un ironman, una maratón o una ultra-trail (deportes de resistencia). Esto tiene un coste, y tendinitis, anemias, roturas, esguinces… están a la orden del día. Algunos lo llaman heridas de guerra, pero que provocan que al final del año, los días de entrenamiento y competición, sean aproximadamente los mismos que los que estamos en el dique seco y lesionados.
Si de verdad amamos el deporte, o la actividad física, por el placer de hacerlo (como muchos de ellos alardean en sus crónicas y redes sociales) deben tener mucho mas calibrado el medidor de esfuerzo, y cada año que pasa veo a mas de esos súper hombres y súper machacas, dedicándose a deportes con cero impacto en el mejor de los casos, y en los mas extremos con 30 kilos de mas y sin hacer nada.
A modo de resumen: veamos esto con perspectiva, disfrutemos y tomemos esto como debe ser, una forma de vida, pero en todo caso para alargarla, no para acortarla.